Tras exponer mi blog en clase, el profesor me anímo a investigar más sobre algunas cuestiones y una de ellas es sobre el futuro de la casa rural.
Este fin de semana, me puse en contacto con la dueña de la casa rural, para realizarle un par de preguntas sobre el futuro de su casa rural.
Ramona, que es así como se llama la dueña de esta casa, tiene tres hijos, los cuales ya han finalizado sus estudios y cada uno de ellos tiene sus respectivos empleos. Por ello, quise saber si Ramona se había planteado, que en un futuro, cuando ella y su marido se decidan a jubilarse, si cerrarán el negocio, lo venderán o serán sus hijos quienes se encarguen del mismo.
Quise indagar sobre esta cuestión, ya que en la actualidad, mucha de la población joven reniega de trabajar en el medio rural, y quería saber si este era el caso de sus hijos.
Ramona: Sí, si todo fuera bien, y mejorara, y se pudiera aumentar el volumen del negocio de la casa con otras actividades (restaurante rústico, ginmasio, etc), y si se desestacionalizara el turismo en Galicia, aún que solo fuera un podo, entonces uno de mis hijos sí que podría explotar este negocio, pues los estudios que hizo son relacionados con la gestión y dirección de empresas hoteleras (está en el extranjero perfeccionando idiomas y trabajando en el sector), lo que le permitiría con en tiempo volcarse en el negocio familiar e incluso ampliarlo, mejorando y creando más empresa.
Su respuesta me pareció muy interesante, porque refleja una iniciativa, un progreso hacia el futuro del turismo rural en Galicia, además de un progreso en el campo del empleo de los jóvenes en el ámbito rural.
Son necesarios estos progresos para que el mundo rural se desarrolle como tal.
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